viernes, 28 de agosto de 2009

TOMATINA


(Fotos de Alberto Saiz, de AP)


Lo peligroso de las estupideces es que pueden llegar a copiarse y a creernos que pertenecen a la cultura de un pueblo.

El pueblo valenciano de Buñol celebra una esperpéntica fiesta en la que más de cuarenta mil personas se tiran 110 toneladas de tomates.

El ayuntamiento ha gastado casi 25.000 euros en la gracia y curiosamente prohíbe lanzarse camisetas mojadas, 'por el daño que produce su impacto'. Tirarse comida los unos a los otros y cubrir las calles del pueblo de salsa de tomate no debe producir daños.

Lo peor es que en China varias ciudades han copiado esta gilipollez.

1 comentario:

  1. totalmente conforme compañero... menuda estupidez, absurda de esta manada de ineptos...

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