miércoles, 19 de agosto de 2009

LA SOBRINA DE PAULINO y MARÍA AUSTRALIA NAVARRO
María Australia Navarro (dcha) hoy en la Diputación Permanente

La diputada del grupo parlamentario popular, María Australia Navarro, no cree un asunto importante que el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, dé explicaciones URGENTEMENTE de un presunto caso de corrupción por tráfico de influencias en el que está envuelto. Por contra si consideró como 'vital' hablar sobre la creación de la televisión digital.

La Guardia Civil, durante una investigación judicial por presunta corrupción urbanística, interceptó una conversación telefónica entre Rivero y el alcalde del municipio tinerfeño de Arona en la que supuestamente el presidente canario pedía un trato de favor para su sobrina en las oposiciones para la Policía Local.
EDUARDO ARAUJO (ERE EN ACN PRESS)

Aunque la noticia no es de hoy tampoco ha perdido su interés y me sumo al 'profundo rechazo' que el sindicato Unión de Profesionales de la Comunicación de Canarias (UPCC) muestra ante el último movimiento del empresario Eduardo Araujo, dueño de ACN Press, quien, "lejos de mostrarse conciliador con los empleados de la agencia que dirige, se atreve a regocijarse y darse un triste autobombo en un momento tan delicado para los trabajadores que prestan sus servicios en esta agencia de noticias”.
Eduardo Araujo (Foto Fape)

Araujo informó en una nota de prensa del relanzamiento de su empresa y UPCC le recuerda que el empresario presentó el pasado mes de junio un expediente de regulación de empleo (ERE) con el que pretende despedir a seis trabajadores y cerrar su sede en Tenerife. Este cierre motivará que se contrate de forma precaria y a menor precio a colaboradores en esta Isla, tal y como el propio empresario reconoció a este sindicato en la última reunión celebrada.
En la citada nota de prensa, remitida a los medios de comunicación, Araujo asegura que su intención es fortalecer su servicio de noticias y mantener su liderato en cuestión de comunicación institucional y corporativa, una afirmación que la UPCC considera no sólo ridícula, sino de una falta de respeto sangrante hacia los compañeros que pretende despedir y que han apostado por esta empresa durante muchos años.
Además, en dicho documento el empresario garantiza seguir aportando información de calidad, tal y como lo viene haciendo desde hace 11 años, con la presencia de corresponsales en Madrid, Bruselas, Rabat, La Habana y Caracas, aunque omite deliberadamente que los contratos de dichos corresponsales ya han sido rescindidos.
Maniobras boicoteadoras
UPCC afirma en el comunicado que ha sido testigo en numerosas ocasiones del nulo talante de Araujo: Ante el ERE presentado, sus maniobras boicoteadoras del proceso negociador con los trabajadores han sido evidentes, vergonzosas y, a todas luces, ilegales. Sus negativas constantes a aportar la información económica de la empresa a la representante de los trabajadores, así como a sus correspondientes asesores, o la apertura de un proceso paralelo al ERE, con el que ha despedido a 18 trabajadores en Gran Canaria con acuerdos individuales, son ejemplos de ello y muestra la ilegalidad de sus actos. Estos empleados carecían de representación legal y del correspondiente asesoramiento sindical, por lo que Araujo aprovechó a todas luces esta tesitura.
Estos despidos acordados al margen de la normativa vigente en materia laboral y los seis más previstos, suponen la eliminación del 71 por ciento de la plantilla, señala la UPCC, que afirma que otra grave maniobra de Eduardo Araujo es la manipulación interesada de las cuentas de la entidad para la aceptación del ERE, ya que una vez estudiadas por este sindicato, creen que no se ajustan a la realidad. De hecho, en su informe es incapaz, según la UPCC, de probar que la empresa ha registrado pérdidas en los tres últimos ejercicios.
Por todo ello, UPCC solicita a la Dirección General de Trabajo que rechace el ERE presentado por Eduardo Araujo, con el que sólo trata de garantizar unos beneficios elevados y, al mismo tiempo, censurables en esta etapa de crisis económica, prescindiendo para ello de varios trabajadores.