sábado, 4 de julio de 2009

'LOS INVISIBLES DE KOLDA'



El martes 7 de julio se presenta el libro de Pepe Naranjo 'Los invisibles de Kolda'. Detallada reconstrucción periodística del drama de un cayuco en el cual sus 160 ocupantes fallecieron ahogados cruzando el Atlántico con destino a Canarias.

Lugar presentación: Iglesia de San Carlos Borromeo (Entrevías), C/ Peironcely, 2 (enfrente de la estación de Cercanías de Entrevías) a las ocho de la tarde.

Aproveche los que esten en Madrid y puedan ir porque valdrá la pena.

viernes, 3 de julio de 2009

"CON FRANCO FUNCIONABAMOS MEJOR"

El Diputado del Común, Manuel Alcaide, asegura que "durante el franquismo la administración funcionaba mejor", en una entrevista al periódico 'Diario de Avisos'.

Es normal que una persona nombrada por un Parlamento democrático diga semejante tontería y siga en su puesto. Después de 34 años todavía quedan nostálgicos!!!!

"En la época de Franco, la administración era como un cuartel. Existían funcionarios, secretarios, interventores, depositarios..., y estaba todo reglado porque eran funcionarios profesionales. Cuando llega la democracia a los ayuntamientos, pues se confunden, porque ya intervienen concejales que pueden tener preparación o no. En definitiva, el mundo administrativo se ha complicado excesivamente y ese es el trauma que nosotros tenemos", insistió.
Asimismo Alcaide admitió que "la gente no entiende lo qué es" el Diputado del Común. "Hay que transformar y educar y decirle a la gente que es lo mismo que el Defensor del Pueblo", dijo al tiempo que indicó que la institución "sirve para precipitar y agilizar las quejas de los ciudadanos frente a una administración".

Este señor fue juez y llegó a ser presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Y ahora lleva muchos años siendo Diputado del Común. El Parlamento le ha retirado la confianza. Él quiere irse.

Hace unos años aseguró que los inmigrantes subsaharianos no invadían,. Más tarde, afrimó que a los menores inmigrantes hay que repatriarlos sin contemplaciones y ahora suelta esta perlita.

A qué carajo esperan los diputados del Parlemtno de Canarias para echarlo del cargo y quitarle tantos honores como tiene: Medalla de Oro de Canarias, Excmo., un sueldazo y demás prevendas.

viernes, 26 de junio de 2009

LA PRECARIEDAD LABORAL


Escribió Bertolt Brecht;
"Cuando los nazis vinieron a por los comunistas,
guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar."
Los trabajadores de los medios de comunicación de Tenerife estamos en precario y tenemos que seguir peleando juntos por nuestros derechos laborales.

miércoles, 24 de junio de 2009

ORDEÑANDO




El 'tradicional' baño de las cabras se realizó hoy en el muelle pesquero de Puerto de la Cruz. Casi dos mil cabras y una veintena de caballos se 'bañaron' en el mismo centro de la ciudad turística.
Además del baño purificador, yo diría el esfuerzo titánico de unos cuantos cabreros por meter en remojo al rebaño y el de los casi dos mil animales por negarse a darse el chapuzón, se dió está imagen. Un cabrero ordeñando, en la playa, las cabras y vendiendo la leche a los vecinos urbanos y a los ocasionales turistas.


lunes, 22 de junio de 2009

DOS NOTICIAS RECIENTES



Adjunto dos noticias recientes. Un de ayer, la Comisión de Fiestas del ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife gastó 15millones de euros en 2008. La otra es de hoy, el Gobierno de canarias destina 6 millones de euros a repartir entre los 88 municipios canarios para paliar la emergencia social.
No les chirria algo entre estas dos noticias?

¿POR QUÉ LOS PERIODISTAS MERECEN GANAR POCO?


Reproduzco un artículo publicado el 19 de mayo en el periódico The Christian Science Monitor a partir de una conferencia de Robert G. Picard en Oxford.
El artículo es un poco largo pero creo que sumamente interesante y de mucha actualidad `para los profesionales de la prensa de Tenerife que el pasado sábado se manifestaron por las calles de la capital tinerfeña en protesta por la precariedad laboral del sector y los despidos que se estan produciendo este año en varios medios de comunicación.

¿POR QUÉ LOS PERIODISTAS MERECEN GANAR POCO ?
A los periodistas les gusta pensar en su trabajo en términos morales o incluso sagrados. Con cada nuevo recorte de personal o cierre de periódicos se dicen a sí mismos que no hay modelo de negocio que pueda compensar debidamente su sagrada labor de enriquecer la sociedad democrática, de hablarle alto y claro al poder y reconfortar a los afligidos.
En el fondo, los periodistas merecen ganar poco. Los salarios son una remuneración por la creación de valor. Y los periodistas, sencillamente, no están creando mucho en los últimos tiempos. Hasta que se enfrenten a esta cuestión, ni toda la actividad en sus blogs o en Twitter, ni todos los micropagos del mundo, acudirán al rescate de su modelo económico.
¿De dónde procede el valor?
La filosofía moral distingue entre valor intrínseco e instrumental. El intrínseco engloba aquellas cosas que son buenas en y por sí mismas, como la belleza, la verdad y la armonía. El valor instrumental corresponde a las cosas que facilitan la acción y allanan el camino hacia el éxito, como la conciencia, el compromiso y el entendimiento. El periodismo produce únicamente valor instrumental. No es importante en sí mismo, sino en tanto que ilustra al público, fomenta la interacción social y facilita la democracia.
Por otra parte, el valor económico tiene sus raíces en la riqueza y el intercambio. Se genera cuando los productos y servicios procesados alcanzan un valor superior al que supone la suma del valor de sus partes.
Para comprender la creación de valor periodístico hemos de centrarnos en los beneficios que proporciona. El periodismo aporta a los consumidores beneficios funcionales, emocionales y de autoafirmación. Entre los beneficios funcionales, se considera que proporciona información e ideas útiles; entre los emocionales, un sentimiento de pertenencia y de comunidad, reafirmación y seguridad, incluso de evasión; y los de autoafirmación se generan cuando los individuos se identifican con las perspectivas y opiniones de la publicación, o cuando se les otorga el poder de expresar sus propias ideas.
¿Se emplean estos beneficios para producir valor económico significativo? No realmente. La razón es que los productores y proveedores tienen menos control sobre el espacio comunicativo que nunca. Antes, la dificultad y el coste de la publicación y distribución limitaban la cantidad de proveedores de contenidos. Esta escasez aumentaba el valor económico del contenido. Ese valor añadido ha desaparecido hoy porque existe una variedad de fuentes de información mucho mayor. El valor primario que se crea actualmente proviene del propio de la labor periodística. Y, por desgracia, actualmente es cercano a cero.
El valor total del producto es el del contenido más el coste de la publicidad. Sin embargo, a los anunciantes no les importa el periodismo, sino únicamente el público que capta. Por tanto, la verdadera medida del valor periodístico es el de su servicio a los lectores.
¿Cuánto valen los periodistas?
Los resultados económicos no han sido hasta ahora una prioridad para los periodistas. Esto tiene que cambiar.
Los periodistas no son profesionales que reúnan una serie de conocimientos únicos, como sería el caso de los catedráticos o los electricistas. Por consiguiente, el valor económico primario del periodismo no deriva de su propio conocimiento sino de la transmisión de ese conocimiento a otros. En este proceso, tres funciones fundamentales y sus correspondientes habilidades han generado valor económico: el acceso a las fuentes, la determinación de la relevancia de la información, y su expresión eficaz.
Acceder a las fuentes es decisivo porque la información y el conocimiento no son una cosecha que simplemente hay que recolectar. Alguien debe crearlos. La habilidad periodística de identificar y llegar hasta las autoridades, o quienes crean opiniones o conocimientos brindó en el pasado a los periodistas oportunidades de informar sobre cosas que no estaban al alcance del público.
Determinar la relevancia siempre fue crucial porque los periodistas revisaban una ingente cantidad de información para dar con los temas más interesantes.
Expresarse de forma eficaz implica la habilidad de sintetizar e ir al meollo de la cuestión para cumplir con los requisitos espacio temporales y presentar la información de forma atractiva e interesante. Estas habilidades se construyen sobre aptitudes lingüísticas y creativas, y técnicas de formación.
Hoy día todo este valor está siendo ferozmente desafiado por la tecnología, que está restando competencias a los periodistas. Está proporcionando a individuos sin el apoyo de una empresa periodística la posibilidad de acceder a las fuentes, tamizar la información, determinar su relevancia y expresarla con eficacia.
Para crear valor económico, los periodistas y los medios de comunicación tradicionalmente contaban con que accedían a la información y a las fuentes en exclusiva, así como con su habilidad para transmitir la información de manera inmediata. El valor de dichos elementos le ha sido arrebatado por los recientes desarrollos de la comunicación. En la actualidad, un adulto corriente puede observar y dar noticias, recabar declaraciones de expertos, determinar su relevancia, añadir audio, fotos y elementos en vídeo y publicar dicho contenido a lo largo y ancho del planeta (o, al menos, distribuirlo dentro de su red social). Y gran parte de esta labor se hace por amor al arte.
Hasta que los periodistas logren volver a colocar el valor de su trabajo por encima de este nivel, merecen cobrar poco.
Un empleo bien remunerado requiere que los trabajadores posean habilidades únicas. También que su labor aporte valor añadido. Desafortunadamente, el trabajo periodístico se ha estandarizado. La mayoría de los periodistas comparten el mismo conjunto de habilidades y le dan el mismo enfoque a los artículos, van tras las mismas fuentes, hacen preguntas similares y escriben artículos relativamente parecidos. La permutabilidad es una de las razones por las que el sueldo de un periodista medio es relativamente bajo y se paga mejor a los columnistas, humoristas gráficos y periodistas especializados (por ejemplo, en información económica y financiera).
En todo el sector periodístico los procedimientos para seleccionar el hecho noticioso vienen determinados por valores periodísticos estandarizados y el producto se presentan con un estilo similar y en un formato muy parecido. El resultado es otra vez más de lo mismo, la mínima diferenciación.
Los periodistas tienen que proporcionar información que no sea accesible por otras vías, y de formas más útiles y relevantes
Está claro que los periodistas no quieren entrar en el mercado laboral contemporáneo, y mucho menos en el mercado de la información, altamente competitivo. La mayoría están convencidos de que lo que hacen es intrínsecamente bueno y que deberían ser recompensados por ello incluso aunque no produzca beneficios.
Hace un siglo y medio se encontraban mucho más cerca del mercado, y veían más claramente que su labor se vendía. Antes de que la labor periodística se profesionalizara, muchos periodistas no sólo escribían las noticias, sino que recorrían las calles para distribuirlas y venderlas, y pocos de ellos estaban empleados de forma habitual en medios de comunicación. Los periodistas y observadores sociales se preguntaban si trabajar para un periódico era deseable. Incluso Karl Marx argumentaba que "la primera libertad de la prensa consiste precisamente en no ser una industria".
Renovarse o morir
Para que el negocio periodístico sobreviva, hemos de hallar formas de transformar la práctica y competencias periodísticas para crear valor económico.
El periodismo ha de innovar y crear nuevos medios de recabar, procesar y distribuir la información de manera que los contenidos y servicios que proporcione a lectores, oyentes y espectadores no se puedan encontrar en ninguna otra parte. Y esto ha de aportar valor de sobra para que el público y los usuarios estén dispuestos a pagar por ello un precio razonable.
Para que sea posible crear ese valor, no pueden seguir informando de la forma en que tradicionalmente lo ha venido haciendo o limitarse a hacer un refrito con noticias que ya han aparecido en otros canales. Deben añadir algo novedoso que aporte valor. Tendrán que empezar a proporcionar una información y un conocimiento que no sea accesible por otras vías, y de formas más útiles y relevantes para su público.
Uno no puede esperar que los lectores de periódicos paguen por una página con artículos de agencia que ya estaban disponibles el día antes en internet y que hoy aparecen en otro millar de periódicos. Es improbable que aporte algún valor a los lectores ofrecer una sección de alimentación y gastronomía de menor calidad que una revista culinaria o un programa de cocina en televisión. Tampoco tendrán éxito haciendo el amago con artículos cortos, inconexos y mal asimilados referentes a lugares remotos.
Algunas publicaciones periodísticas han afrontado la cuestión y ya están intentando proporcionar contenidos únicos. Newsweek ha pasado de reunir un compendio de acontecimientos a analizar las implicaciones de acontecimientos y tendencias. US News & World Report han otorgado más importancia a las críticas de sus lectores y a actividades de clasificación.
Los diarios no tienen tanto margen de maniobra en lo que al contenido se refiere, pero pueden realzar lo que les hace únicos. El Boston Globe, por ejemplo, podría llegar a ser líder en información sobre salud y educación porque en su área de cobertura hay múltiples universidades e instituciones sanitarias. Como resultado, no sólo estaría ofreciendo un periódico más valioso, sino que podría vender esa información a otros medios. De forma similar, el Dallas Morning News podría dar cobertura especializada al sector del petróleo y la energía. Asimismo, el Des Moines Register se podría erigir en líder en noticias de agricultura; y el Chicago Tribune, por su parte, en dar cobertura a información aeronáutica y aeroespacial. Todo periódico habrá de ser un líder indiscutible tanto en calidad como en cantidad de su información local.
No será fácil dar con la fórmula acertada para la práctica, funciones, habilidades y modelo de negocio, pero se debe emprender su búsqueda.
No es tan sólo cuestión de adoptar las nuevas tecnologías. Con frecuencia se le exige los periodistas cambiar sus métodos de trabajo y ponerse en contacto con sitios web especializados, redes sociales y blogs en busca de ideas para escribir artículos. En resumen, establecer una dinámica de periodismo colaborativo con su público. A pesar de que todas estas prácticas constituyen nuevas formas útiles de encontrar información y comprometerse con los lectores, es altamente cuestionable la cantidad de valor que añaden los periodistas y su traducción en beneficio económico. La razón fundamental es que quienes están más interesados en la información y el conocimiento son capaces de cosecharlos por sí mismos valiéndose de herramientas cada vez más comunes.
Buscar una solución requerirá de la colaboración entre medios de comunicación. Los periodistas no pueden dejar esta transformación en manos de quienes gestionan sus empresas. Tanto directivos como periodistas tendrán que desarrollar habilidades de colaboración y establecer relaciones sociales que la hagan posible. Los periodistas necesitarán adquirir habilidades empresariales que les permitan pilotar el cambio y no sólo reaccionar a éste.
Se puede evitar que desaparezca el negocio periodístico, pero sólo si los periodistas se comprometen a crear verdadero valor para el público y se involucran más en fijar el rumbo de los medios de comunicación para los que trabajan.

sábado, 20 de junio de 2009


Redactores, fotógrafos, cámaras y otros profesionales de la comunicación se manifestaron hoy en Santa Cruz de Tenerife contra la precariedad laboral en los medios de comunicación y contra los despidos que se están produciendo en el sector.
En Tenerife, unos cien profesionales de los medios de comunicación han sido despedidos en el último año, según fuentes sindicales, y en la manifestación se reclamó a las instituciones públicas que no apoyen ni con ayudas ni con publicidad a los medios de comunicación que practican la precariedad laboral de los periodistas.
La manifestación, en la que participaron alrededor de 300 personas, fue organizada por un colectivo de profesionales de los medios y apoyada por organizaciones profesionales y sindicatos como la Asociación de la Prensa de Tenerife (APT), la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Unión de Profesionales de la Comunicación de Canarias (UPCC).
La secretaria general de UPCC, Irma Cervino, declaró que esta movilización, la primera como colectivo de los periodistas de la isla, es "un primer paso para hacer visibles las reivindicaciones de esta profesión, que vive una situación difícil y precaria"."Siempre estamos al otro lado, contando y denunciando los problemas de otros, y ahora nos manifestamos contra la precariedad laboral en los medios de comunicación y contra los despidos", declaró.
En el último año en Tenerife ha cerrado el periódico La Gaceta de Canarias y se han producido despidos en otros medios como El Día, Diario de Avisos, La Opinión, Teidevisión y Agencia Canaria de Noticias (ACN), además de que se ha prescindido de corresponsales en la Agencia EFE y no se están renovando los contratos temporales en numerosos medios, declaró.
La precariedad laboral en los medios de comunicación, añadió, se traduce además en un menoscabo en el derecho de los ciudadanos a recibir una información de calidad.La pancarta que abría la marcha, "No más periodismo en precario. La información es un derecho", hacía alusión a esta circunstancia.
Durante la manifestación, que partió de la Plaza del Chicharro y concluyó en la Plaza de España tras recorrer la zona comercial de la calle del Castillo, se corearon consignas como "empresarios chapuceros, dónde está el dinero" y "ea, ea, ea, la prensa se cabrea"."Los malos empresarios han conseguido unir por primera vez a un colectivo tradicionalmente desunido", comentó uno de los organizadores.
Al concluir la marcha fue leído un manifiesto en el que se señala que "ya es hora" de que los periodistas cuenten "a la calle y a las instituciones" lo que está pasando en los medios de comunicación y las implicaciones que tiene la precariedad laboral en el funcionamiento del estado democrático.
"Se habla de crisis económica pero esa crisis tiene mucho que ver con altos sueldos de directivos, prebendas de todo tipo y gestiones erróneas, más propias de empresarios que se metieron en los medios de comunicación para complementar negocios de otro tipo que de quienes reconocen el papel que juega la comunicación en una sociedad", señala el manifiesto.
"No deben confundirse las comidas y ágapes de directivos con lo que es la auténtica práctica del periodismo, plagada de neveras vacías por falta de tiempo para alimentar la propia vida dedicada sólo al trabajo", añade el escrito.
Los periodistas reclamaron un aumento de las inspecciones sobre las empresas de comunicación y que no se abuse de los becarios y trabajadores en formación, a los que se les exige que funcionen como contratados.
También se instó a los periodistas a reflexionar sobre si quienes aún quedan en los medios de comunicación deben asumir el trabajo que ya no hacen sus compañeros despedidos y por el mismo sueldo.