

Una bailarina de Los Brasileiros

Sus trajes, llenos de filigranas inapreciables para el público profano, tienen muchas horas de trabajo. El mérito parece recaer en el diseñador pero hay que valorar el trabajo de muchas personas anónimas que dedican muchas horas durante varios meses para confeccionar los miles de detalles que perfilan los trajes con los que finalmente las comparsas salen a la calle.
Joderrr! Que envidia...
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