
Esta imagen, tomada por el fotógrafo sueco Johan Baevman, ha ganado el premio Foto del Año de UNICEF 2009.
La joven Selina, de 10 años, y su amigo Mwanaidi juegan en el colegio donde asegura la niña sentirse segura.
Según una superstición muy extendida por Tanzania, la sangre de los albinos posee poderes mágicos y partes de su cuerpo sirven como talismanes. Unos 150.000 albinos viven en Tanzania.
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